
Resultado engañoso pero contundente. El Madrid tal vez no mereció ganar por tantos goles pero el Tottenham no hizo ningún mérito para no recibirlos. El primer tiempo nos dejó claro que al Madrid le faltan ideas, que no es capaz de abrir fácilmente un equipo que se le cierra con 10 (9 en este caso) atrás. El primer gol vino antes de la expulsión de Crouch (debatida pero no injusta) y de ahí al Madrid le costó un mundo generar ocasiones, al Tottenham se le veía cómodo atrás esperando y buscando una oportunidad al contragolpe.
Uno de los mayores problemas al principio fue que varios de los jugadores del Tottenham estaban jugando fuera de posición, Bale en la derecha y Modric en la izquierda. Sin duda, posiciones desconocidas para ambos jugadores.

La expulsión de Crouch los regresó a su posición más natural pero dejó a Van der Vaart de único punta en una posición que para nada es la suya. Tuvo que llegar el medio tiempo para que llegaran los cambios y el Tottenham funcionará un poco mejor, pero así como el Tottenham mejoró el Madrid también lo hizó.
El Tottenham tenía acomodado a su equipo de una manera más habitual pero dejando su banda derecha a la ofensiva descubierta a consecuencia de la expulsión. Fue este espacio que dejo que Marcelo subiera y aportara a la ofensiva las veces que quiso y de esa banda nacieron varias de las jugadas peligrosas del Madrid.

Para beneficio del Madrid hay que destacar que Adebayor estuvo acertadísimo, tuvo dos claras con la cabeza y no falló ninguna.
Al verse 2-0 abajo, el Tottenham no tuvo de otra que defender con todo y evitar la goleada dejando al Madrid jugar con una defensa muy adelantada que no permitió que el Tottenham pudiera salir de su campo.
Con ese ímpetu a la ofensiva que mostró el Madrid llegó la recompensa, y con un auténtico de golazo de Di María dejaron la eliminatoria casi sentenciada. El Tottenham nunca se rindió y Bale no dejo de correr por su banda (tal vez un poco de más arriesgándose para una lesión) pero todos sus sueños de Champions se vinieron abajo cuando Cristiano remató un gran pase de Kaká para poner el cuarto y sepultar definitivamente a los ingleses.
El Tottenham llevaba toda su historia esperando un partido como este pero no pudieron parar a un equipo y una afición que llevaba siete años esperando este partido también. Los dos equipos soñaban con sacar un resultado positivo pero esta vez fue la historia que estuvo del lado del Madrid y les devolvió a un lugar que llevaban añorando por mucho tiempo.

La obra todavía no está terminada y quedan noventa minutos de partido pero el Madrid puede sentirse seguro de que probablemente volverá a jugar una semifinal, lo único que no les ha de gustar es que posiblemente sea contra el Barcelona, ese gran equipo que los ha dominado en las últimas temporadas.
Qué grande es la Champions League, qué grande es poder ver historias como la de ayer, y conforme se acercan las semifinales podemos estar seguros que la ruta a Londres nos seguirá reglando grandes historias para recordar.